29.10.07

Cuando hasta las farolas duermen, las estrellas se arrebujan con las nubes
porque en la noche el espacio es un enorme vacio frio,
entonces abandono la cama con una intencion muy particular:
Dirigirme hacia una cafeteria para oscurecer mis pensamientos.
Este cafe me produce un inmenso vacio interior,
el poso y su sabor son demasiado amargos para mi corazon;
dame cafeina que quiero vivir, si me aferro a ti
es porque asi me mantengo despierto mi amor.
No me mires a la cara, encotraras mi soledad
sentado en la barra, el barman ya me hecha,
dice que no es bueno llorar frente a un cafe,
dice que mejor pruebe, que me embriague.
La cucharilla da vueltas y vueltas en el cafe, me vuelvo a marear,
miro a la taza, caigo en su oscuro interior
que es un remolino de pensamientos negros,
pero en realidad son tan dulces que siempre quiero mas.
El cafe me deja molido, tirado, oscuro como un callejon
oscuro, como una noche sin cafe. Perdido en un restaurant
de la ciudad, las luces del camino ya no me iluminan
y a tientas, tropezando, me dirijo a mi casa, vacio perdedor.
Un cafe sin dudas, un cafe mate, un cafe oscuro
como una piedra de azabache, como la bola ocho
esquivando los agujeros, no quiero azucar.
Cuanto mas amargo es, mejor.Si puedo me tomo dos.
Se de los peligros de trasnochar, se de los peligros
que tiene volver a enamorarse, se de los peligros
de un despertador y se de los peligros de la realidad
se que tengo un buen cafe y que no me quiero preocupar.
Viviendo en una nube de pensamientos negros y traidores,
deseo un cafe, espeso como mi cerebro para soportar el peso
de ser como soy, que me ayude ¡ya se lo que quiero!
Un cafe expreso con espuma hasta el cielo!

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